Relatos desde Huancayo
EL TIEMPO
DE LOS MUERTOS, DE HUGO VELAZCO
Hay libros que se
tornan inolvidables en nuestras vivencias. Hay libros a los que siempre
volvemos. Una y otra vez, devotamente. Como los libros de Borges, de Cortázar,
o de Poe. Libros de relatos memorables. Como también lo son los de Monterroso,
o el de nuestro recordado Julio Ramón Ribeyro. Son libros que se pueden
considerar “clásicos”, tomando la acepción del término de un ensayo de Borges: “clásico
es un libro que las generaciones de los
hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una
misteriosa lealtad.” Y a esto último es a lo que quiero referirme, a la
lealtad. La lealtad de un autor para con los grandes maestros. Hugo Velazco ha
publicado el libro El tiempo de los
muertos, que consta de veinte y cinco relatos, todos muy bien escritos, con
una prosa solvente y que lo lleva a enraizarse con los grandes autores y con
los grandes temas: la muerte, la locura, el tiempo, el amor y la vida. Claro,
su estilo y su tema no es, en general, el del realismo social, tan predominante
en la mayoría de narradores peruanos, sino el de un estilo y tema universal, culto, enciclopédico, pero no por eso deja de
estar alejado del compromiso social y, sobretodo, existencial que es lo que se
muestra en casi todos sus relatos. Cuentos como Yubé, donde uno de los protagonistas es un brujo de la selva del Congo que tiene la costumbre de comerse a sus víctimas,
o Las casualidades no existen,
ambientado en el espacio donde los protagonistas contemplan el deterioro del
planeta, o El paciente Charly Hanssonn,
un protagonista rayano en la locura. O ese otro buen cuento Yo vivo en ti, que nos hace evocar a
Cortázar de Casa tomada. Realmente cuentos excepcionales que bien podrían
encajar algunos en lo fantástico, en lo psicológico, lo policial, en la ciencia
ficción y hasta en el terror. Pero no nos equivoquemos, los relatos todos exhiben
una preocupación del autor por nuestra existencia, nuestro lugar en el mundo,
efímero y trágico. Por eso digo que el autor mantiene una lealtad con los
grandes autores y con la tradición literaria universal.
Va a ser muy
difícil encontrar un autor que nos haga evocar en un solo libro a los grandes
maestros. Y honestamente, no creo que haya en la literatura peruana un libro de
cuentos totalizador, que abarque dimensiones de distintos escritores como este
libro de Hugo Velazco. Estoy seguro que el lector también descubrirá y agregará
algún otro autor o cuento que la lectura de El tiempo de los muertos le haya
podido suscitar.
Afirmaba Borges
que él lo que buscaba con sus cuentos era suscitar una pequeña reflexión, una
inquietud. Bueno, los cuentos de Hugo Velazco también buscan eso: reflexionar
sobre la existencia del hombre, sobre el tiempo y el momento actual. Su
compromiso es omnívoro, no deja nada al azar, acaso porque intuye que el azar
también es una invención humana, y que, como en una obra de ficción, va
señalando el derrotero maniqueo y confuso de nuestra existencia.
Lima, 31 de agosto de 2013
Jack flores vega
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