LA ENCINA Y LOS AÑOS, POESIA DE SERGIO CASTILLO FALCONÍ
¿Qué podemos decir un poeta que ha pasado ya el medio siglo de vida y aparece, entre distintos vaivenes literarios, con su ramillete de poemas para mostrarlos a todos? Para quienes degustamos de la poesía sabemos que un poeta de madura edad, o repite lo que ya ha dicho en anteriores textos o brinda algo nuevo del momento que le está tocando vivir. Esto ultimo parece ser el caso del poeta horazeriano Sergio Castillo Falconí, de Jauja, y su manojo de poemas: "La encina y los años." Pequeño, breve, pero grande en intensidad y altura, y amplio en abstracción y conocimiento es su poemario, "La encina y los años", recién dado a conocer.
Tengo
un cuaderno
de poemas:
lirio estrellado,
alta hierba que
me
contempla.
Chompa azul que flota
que adivina
los hastíos,
calígrafa de longos salones.
¿Cuál es su propuesta poética? Ahí está, en los versos que discurren de un extremo a otro, tratando de insertarnos en su yo poético. La encina, poema con el que se abre el poemario, tiene distintas imágenes y significados.
Existe el árbol antes que yo
Inicia trasforma
De oro al hombre de ojos a la flor
De la piedra al ave;
Porque
El hombre es tiempo y no yo.
Decía el poeta Octavio Paz que la unidad de la poesía no puede ser asida sino a través del trato desnudo con el poema. Y también se preguntaba si no sería mejor transformar la vida en poesía que hacer poesía con la vida.
Y algo de esto es lo que hace Sergio Castillo: desnudarse, y hacer poesía con su vida.
Ya no vendré
Como viejo canario
a soltar el trapo
Del canto
de plumas.
Quizás me olvide
a la piedra cansada,
a las fatigas del fuego
a las fronteras de la encina.
A la sombra y la luna.
Anhelo de lograrme
retirado
entre tanto goteo:
árbol y ruido.
Intensa y bella poesía es la que nos brinda Sergio castillo, nos golpea y nos regocija, nos regala ese aliento poético que nos estremece; como en estos versos que se tiñen de tinte oriental, parecido a haikus o poesía zen:
........
y a lo lejos, tréboles caen,
resplandor, cielo de aldea,
¡el solo musitar de hojas!
Felicitaciones al poeta, y que nos siga regalando su espíritu y su presencia en los distintos rincones del país donde lo encontremos.
jack flores vega
Lima, 18 de agosto de 2016